Natalicio del Dr. Horacio Cingolani

Horacio Cingolani

Investigador superior del CONICET; Profesor Emérito de la facultad de Medicina de La Plata; distinguido por su destacada labor con el premio Hussay; en definitiva, una eminencia indiscutible en la fisiología cardiovascular, falleció, a los 75 años, Horacio Cingolani. Su muerte entristeció a la comunidad científica de la Ciudad no sólo por la valiosa tarea que cumplió dentro de su especialidad sino también por la pérdida que significa desde el punto de vista humano.

Nacido en Las Flores, provincia de Buenos Aires, el 25 de noviembre de 1934, Horacio Eugenio Cingolani llegó a nuestra ciudad en la década del ‘50 para estudiar en la Universidad. Se doctoró en 1961 en la facultad de Ciencias Médicas de la UNLP, donde además, dedicado a la enseñanza de la medicina cardiovascular, se convirtió en un prestigioso docente y llegó a ser un referente de permanente consulta. Fue durante años profesor titular de la cátedra de Fisiología con Biofísica.

Fundador del Centro de Investigaciones Cardiovasculares - CIC -, creó el organismo del CONICET en 1976 y lo dirigió hasta 1994. Con el cargo contribuyó a la formación de varias generaciones de becarios e investigadores. Fue, justamente, en reconocimiento a su trabajo que las autoridades que lo sucedieron en la gestión decidieron bautizar el instituto con su nombre.

En 2009 recibió de manos de la entonces presidenta Cristina Fernández el Premio Houssay a la Trayectoria que otorga el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, y en 2010 fue distinguido como Graduado Ilustre de la UNLP.

Vicepresidente de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires - CIC - entre 1983 y 1984, fue además profesor visitante de distintas universidades de Estados Unidos y Holanda. Integró el comité editorial de alrededor de 20 revistas científicas; fue autor de 15 libros y más de 200 trabajos de investigación. Su obra, “Fisiología Humana de Houssay”, escrita en colaboración con Alberto Houssay, hijo de quien fuera fundador del CONICET y Premio Nobel de Medicina en 1947, es considerada un clásico de la medicina argentina. Presidió, asimismo, la Federación Argentina de Cardiología.

Casado con Gladys Chiappe, doctora en Química, formó con ella un equipo tanto en la vida como en la carrera científica, pues la pareja compartió el espacio laboral en el CIC. Padre que supo transmitir los valores más profundos y fundó, a la vez, vocaciones, tuvo tres hijos que se volcaron, como él, a la medicina: Carlos y Eugenio, el mayor y el menor, respectivamente, especializados en cardiología; y Celia, la hermana del medio, oftalmóloga. Vivió con plenitud la relación con sus tres nietos: Santiago, Sol y Sofía.

Apasionado de su actividad; poseedor de un carácter afable; de charla amena; y entrañable anfitrión, se lo recordará también, sin duda, por su hombría de bien.

Fuente: Diario El Día